La danza clásica puede ser muy útil para resolver problemas técnicos para bailar; tango, salsa, para acróbatas o para cuestiones corporales en general.
En
posición vertical, nuestro eje corporal se logra sosteniendo la
musculatura abdominal, estirando la columna desde la base de la cabeza
hacia arriba, sintiendo una presión en el centro de las dorsales para
aplanar los omóplatos (esto se ayuda sosteniendo el "aro" que deben
formar los brazos), y presionando el piso desde la base (nuestros pies
en planta o media punta).
El
movimiento es un juego de tensión y relajación, en esto se basa la
flexibilidad y la elongación. El cuerpo se trabaja relajando las
articulaciones y pensando en los "apoyos", o sea qué parte debemos
tensionar. Por ejemplo, en un souplesse en avant debemos "plantarnos" en
los pies (tensión), "cortar" en la articulación pélvica (relajación) y
alargar al máximo nuestra columna hacia adelante y hacia abajo. En un
battement en avant: tensión en la pierna base, estiramiento máximo del
cuerpo hacia arriba y relajación en la articulación de la pierna que
sube (¡conviene pensar en el dedo gordo y no en el cuádriceps!). La
flexibilidad y la elongación siempre se piensan juntas.
Giros
Se trabajan estirando al máximo el eje corporal, plantándose sobre la pierna base en una media punta alta, sosteniendo el centro de las dorsales con el aro de los brazos (aquí es muy importante que no se "caigan" los codos, y mirando un punto fijo (giro de cabeza). Así se pueden lograr varios giros seguidos.
Coordinación y velocidad
En
la clase de danza clásica el maestro varía las combinaciones de pasos,
el tempo musical y la velocidad de los pasos para que el alumno esté
siempre atento. De esta manera se logra que aquel sea coordinado y tenga
velocidad en la ejecución. En un "allegro", que es una combinación de
pequeños saltos en velocidad, se trabajan ambas cosas.
En una clase de danza clásica se trabaja a diario sobre estos puntos, pensándolos en relación a cada cuerpo en particular.